A la venta una antigua casa señorial fortificada original del siglo XVI con una singular torre de defensa a tan solo 20 minutos del centro de Barcelona.
Can Coll está ubicada en una finca de 19.420m2 con una superficie construida de 3.340m2, muy cerca del circuito de Montmeló, lo que le confiere amplias posibilidades turísticas.
El mercado del turismo en España es lo suficientemente amplio y variado como para dar cabida a una gran relación de ofertas hoteleras y lúdicas para todos los gustos. Como es el caso de esta casa señorial del S.VXI ubicada en una finca de más de 19.000 m2 con una superficie construida de 3.340m2.
Más que una casa, una ocasión única de disfrutar de un patrimonio excepcional y una oportunidad de negocio rentable con el Circuito de Montmeló como reclamo
Configurada como una casa señorial en el interior pero con un peculiar aspecto exterior, la propiedad se presenta como una oportunidad de inversión con una clara vocación comercial. Los datos del turismo en la zona avalan, desde luego, esta opción. A la espera de conocer los datos oficiales definitivos Barcelona atraviesa una época dorada en lo que al turismo se refiere. El avance respecto a ejercicios anteriores es considerable al contar con 29,6 millones de pernoctaciones a lo largo del año.
Según apunta Robert Menetray, fundador de Lançois Doval “independientemente de su uso como exclusiva residencia particular, esta propiedad es un enclave ideal tanto para usos relacionados con la hostelería o eventos, así como para su uso como sede corporativa o futura sede de empresas vinculadas con el mundo del motor y la competición, dada su proximidad al Circuito de Barcelona Catalunya“.
Datos turísticos favorables.
La Oficina de Turismo barcelonesa constata que el 44% de las pernoctaciones se realizaron en las comarcas más próximas a la gran capital, alcanzando un grado de ocupación hotelera en dichas zonas del 58 % durante todo el año (con picos superiores al 90% en determinadas épocas del año). O en otras palabras, los alojamientos turísticos de comarcas como el Vallés han tenido seis de cada diez camas ocupadas permanentemente.
Los datos son bastante elocuentes por cuanto constatan que los tópicos sobre el interés de los turistas en las localidades ajenas al marco urbano de Barcelona son completamente fundados. Esta torre de defensa se yergue orgullosa como receptora de viajeros con sed de experiencias, ofreciendo un marco imposible de hallar en otra gran capital española, puesto que la distancia entre la propiedad y el centro de Barcelona es de poco más de treinta kilómetros.
Localización y entorno
Lliçà de Vall es una localidad del Vallés Oriental cercana a Barcelona y su emblemático circuito de velocidad situado en la vecina localidad de Montmeló y cuya tranquilidad y belleza natural provoca un claro contraste en comparación con la ciudad condal. Esto es algo que, de entrada, ya genera un aliciente para el viajero que quiera conocer lo mejor de la capital catalana sin tener que tolerar lo menos deseable, como el bullicio circulatorio de determinadas zonas o el frenético ritmo de una ciudad tan dinámica en muchos aspectos. El paquete adquiere características de lujo cuando al emplazamiento seleccionado se le añade la singularidad de contar con una torre de defensa como residencia turística.
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