Canarias. Casa señorial histórica. Santa Cruz de Tenerife. Los Realejos

C​asa señorial histórica de 610 m2.

Situada en el centro del Conjunto Histórico del Realejo Bajo

Su antigüedad se sitúa entre los S. XVI-XVII.

Restaurada y con instalación de agua y luz nuevas.

Vistas al mar y a la montaña, los cuales se hallan a una distancia de 1,5 Km.

La vivienda dispone de 8 habitaciones, salón, patio central, zaguán, 2 baños, bodega, cocina totalmente equipada y terraza y garaje de 55 m2 cada uno.  Dispone de un patio trasero de 60 m2.

Excelente situación a 5 Km. De Puerto de la Cruz y La Orotava.

Ideal para residencia particular, casa o hotel rural, museo, residencia de la 3ª edad, restaurante, …

Construida totalmente de piedra basáltica irregular con paredes de unos 80 cm de grosor, está organizada en dos alturas y conformada por varios cuerpos, rematados todos ellos mediante 6 cubiertas a cuatro aguas con la tradicional teja árabe, ejecutadas sobre una estructura de par e hilera de madera de tea.

La vivienda, en el interior, mantiene la esencia de los orígenes de la edificación, una arquitectura mudéjar, se desarrolla en torno a un patio canario de planta cuadrada, que actúa como distribuidor principal de la vivienda y favorece la iluminación y ventilación. Éste dispone de una galería superior cerrada, con ventanas de guillotina y sustentada por pies derechos con capiteles jónicos e ínfima zapata realizados en madera de tea, sustentados sobre basas de piedra, funciona como distribuidor de la planta noble. Destacan en dos de sus habitaciones y salón, su techumbre mudéjar agramiladas y con almizate decorado con motivos geométricos y cordón.

Fachada restaurada en el S. XIX de estilo romántico, con grandes rasgos decorativos y ventanales protegidos con motivos florales de gran calidad realizados en forja. Rematando la fachada, sobre la cornisa, dispone de un parapeto ciego, decorado con formas geométricas, tras el que se oculta la cubierta.

Arquitectura vernácula que funciona bioclimáticamente debido a sus muros construidos de piedra basáltica y barro que almacenen calor en invierno, protegen del calor y regulan la humedad.

Ventanas de guillotina que proporcionan el máximo de luz y ofrecen resistencia al viento. Techos altos que ayudan también a la ventilación natural.

Sistema de apertura de las puertas: goznes y quicialera.

Suelos y techos de madera de tea, apreciada por su dureza y resistencia a lo largo del tiempo frente a la putrefacción y el ataque de insectos xilófagos, prácticamente incorruptible.

Nos encontramos ante una oportunidad única de conseguir una casa irrepetible, tanto por su situación como por sus características.