La compra y venta de cortijos y fincas en Andalucia.

Un monumental cortijo en el oeste de Jaén 

El paisaje de Andalucía no es comprensible sin la presencia de esas grandes casonas con anchos campos asociados que conocemos como cortijos.

Esta propiedad ha definido en buena medida la fisionomía del interior andaluz y la provincia de Jaén cuenta con numerosos ejemplos, algunos tan destacados como el cortijo que nos ocupa.

Ubicado en el término municipal de Arjona, en la zona más occidental de Jaén, el recinto es sobradamente conocido en los alrededores por ser una de sus construcciones más representativas. No en vano, la propiedad fue levantada a mediados del s. XX con el propósito de hacerla servir como residencia para los trabajadores y jornaleros que se desplazaban a las fincas aledañas para el cuidado de los olivares.

Y es que, si el cortijo es la seña de identidad del medio rural jienense, la oliva es el fruto por antonomasia de esta noble tierra. De este modo, el complejo conecta directamente con la historia y las costumbres de Jaén.

La situación de la finca es inmejorable para que los huéspedes participen de la idiosincrasia de la región, incluyendo tanto los paisajes como los sabores. Además de Arjona, las localidades de Andújar o Sierra Morena se encuentran relativamente cerca, ofreciendo una experiencia de turismo rural completa.

Centrando la mirada en la población a la que pertenece la propiedad, que cuenta con poco más de 5.500 habitantes, los viajeros descubrirán allí un patrimonio arquitectónico religioso impropio de un municipio tan pequeño. Arjona alberga cinco edificios de esta temática de gran valor histórico, destacando la Iglesia de Santa María.

En cuanto a las bondades del presente cortijo en venta, lo primero que despierta la atención de todos es el contraste entre una fachada netamente tradicional y un interior dotado de todo tipo de comodidades modernas.

Tanto los espacios comunes (salón, cocina, comedor...) como las habitaciones conceden una gran al color y a la belleza de materiales nobles como la madera. La propiedad se divide en seis grandes apartamentos, cada uno de los cuales dispone a su vez de entre tres y cuatro habitaciones (y patio propio), brindando múltiples posibilidades de explotación. La finca dispone igualmente de pozos privados.