Villas y fincas de lujo en venta en La Costa Brava. Girona.

El encanto de la costa Brava, por qué escoger esta zona para una segunda residencia.

De acuerdo con un estudio realizado por Finteca en 2019, el 60% de los españoles interesados en adquirir una segunda residencia sopesaban hacerlo en algún punto de la costa.

El porcentaje se eleva considerablemente en el caso del mercado extranjero, que, además, cuenta con varias zonas de referencia.

Una de las más destacadas es, sin duda, la Costa Brava.

Pero, ¿por qué existe este interés en casas de lujo o fincas de prestigio en el litoral de Girona?

La Costa Brava es una de las marcas turísticas más exclusivas de la Península Ibérica y es también una de las más cotizadas entre los residentes ocasionales procedentes de otros países europeos desde hace muchas décadas.

El público inglés ha sido uno de los que más se ha interesado por este enclave, hasta el punto de que algunos de los primeros hoteles que se abrieron en las localidades de la Costa Brava tuvieron como huéspedes casi exclusivos a los veraneantes procedentes de Gran Bretaña.

Con el paso del tiempo, franceses, holandeses, rusos y estadounidenses se convirtieron en otras nacionalidades habituales.

Invertir en las casas de lujo en la costa de Girona abre la puerta a una experiencia vacacional de gran calidad.

Las playas y calas de la Costa Brava, como las del Señor Ramón, Aigua-Xelida, Aiguablava, Rustella o Illa Roja, ofrecen un entorno bucólico para disfrutar del baño, asegurando altas cotas de privacidad y un estrecho contacto con la naturaleza.

A todo lo anterior cabe añadir el encanto de los pueblos del litoral gerundense, como Calella de Palafrugell, Cadaqués, Palamós, Blanes o Pals, entre otros, con sus pintorescas y blancas casas.

En los alrededores de estos núcleos es posible adquirir fincas de prestigio, con sus correspondientes viviendas de gran tamaño y excelentes calidades.

De hecho, los inversores tienen la posibilidad de escoger entre propiedades próximas a los núcleos urbanos, casas de lujo en urbanizaciones o villas aparentemente desconectadas del resto del mundo pero con buenos accesos y la máxima seguridad.

Cabe añadir que en los últimos años se ha registrado un repunte de los residentes extranjeros que pasan largas temporadas en la Costa Brava gracias al auge del teletrabajo. Desde luego, no sorprende que la productividad repunte al trabajar desde este entorno.