El legado modernista en Catalunya.

Ruta Raspall: modernismo catalán en Cardedeu.

A finales del siglo XIX, el crecimiento económico de Cardedeu impulsó el desarrollo de este municipio catalán desde diferentes perspectivas, entre ellas la artística.

El arquitecto Manuel Joaquim Raspall i Mayol fue uno de los protagonistas de este desarrollo. Su visión innovadora del movimiento modernista y su forma genuina de transformar una vivienda en una propiedad singular supusieron una valiosa aportación a la imagen actual esta localidad.

Un legado arquitectónico de gran valor.

De los más de 750 proyectos firmados por Raspall, apenas se conserva el 40 %. Una parte importante de la obra de este arquitecto y urbanista se concentra en el Vallés Occidental, concretamente, en Cardedeu.

Su prolífica aportación a la arquitectura catalana alcanza su máxima expresión en algunas de las construcciones de este municipio, donde es posible seguir la trayectoria del arquitecto a través de una ruta por sus proyectos más notables: la Casa Josep Bas, la Alquería Cloelia, la Casa Clavell Bot, Ca l'Arquer, la Casa Ricós o la Casa Adolf Agustí son algunos de los ejemplos mejor conservados.

Influenciado por los grandes maestros modernistas de la época, como Gaudí o Cadafalch o Montaner, la obra de Raspall evoluciona desde la fantasía de los comienzos hacia la linealidad del Art Déco. 

Esta transformación en el estilo es una estupenda manera de recorrer las calles de Cardedeu y conocer la obra del arquitecto en sus diferentes etapas creativas.

Propiedad singular en el centro urbano de Cardedeu.

La floreciente industrita textil catalana propició la consolidación de importantes familias empresariales, amantes de las comodidades y la belleza de una arquitectura distinguida. Esta emblemática propiedad en venta en el centro de Cardedeu prueba el interés de la burguesía de comienzos del siglo XX por una nueva alternativa de vivienda más acorde a su estilo de vida y a las corrientes predominantes del momento.

La casa fue un encargo del empresario Amadeo Borrás Font a Raspall y pertenece a la última etapa creativa del arquitecto, por lo que junto al estilo modernista se vislumbran características más propias del déco. Consta de 284 m2 construidos y distribuidos en tres pisos: sótano, planta baja y planta superior con buhardilla.

Es un inmueble de sobrias fachadas de piedra caliza, con elegantes molduras en puertas y ventanas. La torre central corona esta construcción de planta rectangular y se encarga de proporcionar luminosidad al interior a través de una claraboya con relieve de cristal.

La posición de la torre coincide con la del hall de la vivienda, desde el que se distribuyen las diferentes estancias de la casa, todas ellas con ventilación e iluminación exterior.

En contraste con la sobriedad del exterior, destacan en estas habitaciones las molduras de escayola con llamativos diseños, los vistosos y coloridos mosaicos de los pavimentos y los elegantes adornos en cristal y hierro forjado, en consonancia con las pérgolas del amplio jardín que rodea la propiedad. Un conjunto armonioso que por su valor histórico-artístico está catalogado como bien cultural de interés local.