Barcelona y la transformación de locales y antiguas industrias.
La inversión en edificios en desuso y nuevos proyectos comerciales, residenciales o dotacionales
Las políticas sostenibles también tienen su reflejo en las nuevas tendencias inmobiliarias. En los últimos años se ha notado un incremento en el interés de los inversores por espacios en desuso como antiguas fábricas talleres o naves industriales.
Esta nueva modalidad de inversión se plantea como un cambio beneficioso para todos.
Reciclaje inmobiliario como nueva alternativa de inversión
Estos edificios nunca fueron utilizados como viviendas y, en la mayoría de los casos, ni siquiera formaron parte del núcleo urbano de las principales ciudades de la provincia.
Sin embargo, la imparable expansión de las ciudades de Barcelona acabó por absorber muchas de estas áreas inicialmente destinadas a talleres e industrias.
Este crecimiento y las perspectivas de que la tendencia se mantenga en el futuro obliga a pensar en nuevas soluciones habitacionales. No obstante, la expansión de las zonas urbanas en la provincia de Barcelona no puede (o no debería) hacerse sacrificando otros aspectos como la necesidad de áreas de esparcimiento y naturaleza.
Ventajas del reciclaje inmobiliario para los inversores
La rehabilitación de espacios industriales desde una nueva perspectiva de uso está asociada a una serie de beneficios que repercuten tanto en el inversor como en los futuros residentes o usuarios de estos inmuebles.
No en vano, tanto a nivel autonómico como municipal se están llevando a cabo reformas fiscales y tributarias para impulsar el reciclaje inmobiliario como respuesta a la creciente demanda de nuevos espacios urbanos.
Desde el punto de vista del inversor, una de las principales ventajas es que existen opciones adaptadas a todos los presupuestos.
Desde grandes fábricas papeleras, textiles o de moltura de grano hasta modestos talleres familiares, todas estas antiguas construcciones en desuso son susceptibles de reformas que les brinden una segunda oportunidad.
Por otro lado, estos inmuebles ofrecen un atractivo del que no gozan las propiedades de nueva construcción: su historia y su arquitectura son valores añadidos. La posibilidad de residir en un inmueble con características de diseño poco habituales hace que estas propiedades tengan un toque de exclusividad muy atractivo de cara a su futura venta o alquiler.
El reciclaje inmobiliario también supone ventajas para los ya residentes en la zona y para quienes tienen intención de mudarse.
Son inversiones que aportan dinamismo a la economía local, revalorizan el suelo y rejuvenecen el aspecto de áreas que en muchas ocasiones han caído en el olvido.
Un modelo inmobiliario más sostenible
Invertir en la transformación de espacios industriales también es invertir en sostenibilidad.
La rehabilitación de fábricas en desuso no solo limpia y revaloriza el paisaje, sino que permite a las ciudades seguir expandiéndose con un impacto medioambiental más reducido.
Con el reciclaje inmobiliario se produce un mayor aprovechamiento de los recursos, disminuye la contaminación del agua y del aire y se generan menos residuos.
El aprovechamiento de materias primas y estructuras ya existentes reduce la huella de carbono y posibilita un sistema de reorganización urbana mucho más sostenible.
Inversión en talleres y naves industriales en la provincia de Barcelona
A lo largo del siglo XIX la economía catalana, y en especial en la provincia de Barcelona, vivió una importante explosión industrial.
La mayoría de las fábricas y talleres se instalaron en áreas cercanas a los recursos empleados, pero siempre a cierta distancia de los núcleos urbanos más poblados.
Con el crecimiento de la población, esas instalaciones terminaron por convertirse en parte del paisaje urbano.
En la actualidad, zonas costeras como Badalona y El Maresme, así como poblaciones del Vallés Occidental como Terrassa y Sabadell o núcleos aún más separados de la capital como Martorell o Igualada, acaparan la mayor oferta de antiguas industrias y talleres susceptibles de reconversión.