Las casas modulares prefabricadas y su financiación hipotecaria
Así funcionan las hipotecas para casas modulares
El sector de la construcción está experimentando importantes cambios.
Cada vez son más habituales las inversiones en casas modulares y, frente a esta nueva alternativa inmobiliaria, se plantea la duda de si existen obligaciones o ventajas fiscales específicas para este tipo de viviendas.
Una casa modular también es un bien inmueble
Lo primero que hay que tener claro a la hora de construir una vivienda modular es que, a todos los efectos, es un bien inmueble como las viviendas tradicionales.
Por lo tanto, estos proyectos exigen la supervisión de un arquitecto, la existencia de un proyecto de obra con licencia y cimentación, y la edificación en un terreno registrado como urbanizable.
Con todos estos requisitos cubiertos, la propiedad pasa a convertirse en un bien inmueble con todos sus derechos y obligaciones.
Esto permite a los inversores acudir a su entidad financiera y solicitar una hipoteca para la compra del terreno y la construcción de la vivienda modular.
Otras exigencias a la hora de solicitar financiación para la construcción de estas casas es que aparezca registrada en el Registro de la Propiedad, que esté anclada al terreno (no se admiten casas móviles prefabricadas) y que el importe supere los 50.000 euros.
Ventajas económicas de invertir en una casa modular
Economía y vanguardia son dos aspectos compatibles en este sector del mercado inmobiliario.
Gracias a la flexibilidad de los diseños y a su adaptabilidad a las necesidades de cada cliente, la financiación de una casa prefabricada resulta mucho más accesible para la mayoría de los inversores.
Este tipo de viviendas suele tener un coste más reducido que el de las construcciones tradicionales.
Esto se debe, sobre todo, a que es posible cerrar el precio del proyecto desde el primer momento, y a la reducción en los tiempos de construcción.
La principal diferencia frente a una casa convencional es el sistema de construcción: las piezas se fabrican en una empresa especializada y posteriormente se trasladan al terreno para proceder al montaje in situ.
La calidad de todo el proceso está mucho más controlada, por lo que los seguros resultan también menos costosos.
Desde el punto de vista de la financiación, obtener una hipoteca para una casa modular es un proceso más ágil y sencillo.
Las entidades bancarias están más predispuestas a conceder créditos para este tipo de inversiones sostenibles porque el ahorro de energía implica a su vez una mayor capacidad de endeudamiento por parte del futuro comprador.
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