Arquitectura de Galicia: Pazos, casas de indianos y hórreos.
La arquitectura de Galicia es el ejemplo palpable de una rica historia cargada de tradición, de trabajo ligado al mar y a la tierra y, cómo no, de diferencias sociales.
La piedra es el material predominante en las edificaciones gallegas, precisamente por las características geológicas de la región, que cuenta con los yacimientos más importantes de granito de España.
Así es la arquitectura gallega
La arquitectura gallega cuenta con joyas de incalculable valor, como por ejemplo la imponente Catedral de Santiago, objetivo de millones de peregrinos de todo el mundo desde hace muchos siglos.
Santiago de Compostela cuenta con un centro medieval perfectamente conservado, pero este no es el estilo predominante de otras ciudades gallegas importantes como A Coruña o Vigo.
La arquitectura en Vigo tiene un patrimonio arquitectónico muy interesante a lo largo de todo su casco urbano.
El centro de la ciudad está dominado por edificios históricos de estilo modernista o academicista. Destaca también el racionalismo y el eclecticismo. Esta mezcla da un aspecto muy distinguido a las fachadas de piedra sólida, con balconadas, cúpulas, columnas o grandes galerías.
En la ciudad olívica también se encuentran varios pazos y más de 30 iglesias, capillas y monasterios.
Por otra parte, la arquitectura en A Coruña también destaca por su estilo modernista, que llegó a la ciudad como respuesta a la mentalidad cosmopolita e innovadora de la burguesía de la época, a finales del siglo XIX principios del XX.
El comercio con América enriqueció a muchas familias, que comenzaron a construir grandes residencias de lujo que imitaban a los edificios de París, Viena o Berlín.
En muchos edificios se pueden encontrar referencias artísticas al art nouveau de Rossetti o Mackintosh. Estas grandes casonas conviven con las viviendas marineras propias de muchas ciudades y pueblos del atlántico.
Tipos de construcciones que encontrarás en Galicia
La arquitectura en Galicia está determinada, como en el resto del país, por el estilo de vida de los habitantes de determinada región.
Por eso las viviendas de las costas son diferentes de las de interior. De las construcciones más típicas de la región podemos destacar las siguientes:
Casa labriega
Las casas labriegas, para los trabajadores del campo, se construían en piedra, el material disponible en la zona. Las más humildes tienen un solo piso, con tejado de teja, y ventanas pequeñas para mantener el interior protegido del frío.
En las zonas próximas a Asturias, los tejados son de pizarra y la piedra utilizada es más pequeña.
Dependiendo del terreno, se podían construir casas parcialmente enterradas para contar con un espacio idóneo bajo tierra para usar como bodega.
Se trata de viviendas muy robustas y sobrias, casi siempre con una lareira en su interior. La lareira es una chimenea tradicional que incluía un espacio donde los convenientes podían sentarse, cocinar, comer y hacer vida en torno al fuego.
Casa marinera
La casa marinera típica gallega también es de piedra, y pueden encontrarse de dimensiones diferentes, según el municipio o la población. Su principal característica son los corredores en la fachada, con balcones de madera pintados de diferentes colores.
En algunas casas, los corredores se cerraron con madera y vidrio para crear galerías, que también forman parte del paisaje urbano en muchas zonas costeras. Algunas de estas casas también cuentan con soportales, especialmente en la región de A Coruña.
Hórreo
No se puede hablar de la arquitectura de Galicia sin mencionar el hórreo.
Esta construcción antigua es hoy uno de los símbolos más queridos de su patrimonio cultural. Por supuesto, también están construidos con sólida piedra, aunque también se conservan algunos que combinan la piedra con la madera.
Tenían una función de almacén para guardar y secar el maíz. Aunque hay quien los utiliza, aunque la mayoría se conservan por cariño y tradición.
Pazos
Los pazos eran los palacios o casas señoriales donde residía la nobleza gallega. La mayoría se construyeron entre los siglos XVII y XIX.
Los estilos son variados, dependiendo de los gustos arquitectónicos del momento. Muchos de ellos cuentan con una o varias torres almenadas, imponentes escalinatas, balcones muy llamativos y soportales en forma de arco.
El pazo formaba parte de un complejo que podía incluir otras casas señoriales y grandes jardines, además de contar con sus propios hórreos, sus cruceiros y otras construcciones como palomares.
En la actualidad se pueden adquirir viviendas con mucho encanto que ejemplifican la arquitectura de Galicia tradicional.
Por ejemplo, un gran pazo en Cambre, A Coruña, con una preciosa fachada de piedra y una lareira original.
En el interior, en Silleda, se encuentra a la venta un conjunto rural compuesto de varias casas labriegas y un hórreo, todo de piedra, construido en el siglo XIX, ideal para un proyecto turístico.
En Lugo, en plena Ribeira Sacra, se encuentra a la venta un espectacular monasterio del siglo X, con un gran valor patrimonial.
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