Extremadura y sus fincas agrícolas y ganaderas en venta

Una misma dehesa, múltiples vías de explotación. 

Las dehesas extremeñas suelen asociarse con la explotación ganadera extensiva, aprovechando las generosas dimensiones que suelen tener estas fincas y las excelentes condiciones climáticas para dicha actividad.

No obstante, tan emblemáticas propiedades también albergan otros tipos de explotaciones que pueden ser tanto o más rentables que las tradicionales. Por ejemplo, la producción de corcho.

Aunque no es un dato excesivamente conocido fuera de la región, Extremadura es una de las mayores zonas de producción de corcho de España.

Nuestro país es, a su vez, uno de los más importantes exportadores de corcho del planeta (caracterizándose no solo por la cantidad sino por la calidad y sostenibilidad de los productos).

El corcho se genera, claro está, en los alcornocales, árbol que cumple otra crucial función al servir como nido para especies protegidas como el buitre negro, la cigüeña negra o el águila imperial.

Se trata de una circunstancia puesta de manifiesto por la Conferencia Internacional Alcornocales y Sector del Corcho de 2014.

En cifras absolutas, las dehesas extremeñas generan algo más de 20.000 toneladas anuales de corcho, lo que se traduce en un volumen de negocio de entre 70 y 80 millones de euros al año.

No deja de resultar interesante para los inversores que buena parte de la producción esté ya vendida antes de ser recogida (más del 90% del corcho se compromete antes de estar disponible, asegurando los ingresos de los productores).

En 2018, la caída de la producción de corcho en otros puntos del planeta se tradujo en un considerable aumento del 30% del precio medio en comparación con el ejercicio anterior.

El mantenimiento de los alcornocales y la saca de corcho propiamente dicha dan empleo de manera directa a 6.000 personas solo en Extremadura, a las que hay que sumar aquellas que trabajan en sectores que dependen de esta materia prima.

Y aunque algunos estudios aseguran que el margen para modernizar las explotaciones agrícolas extremeñas es todavía muy grande, las principales empresas dedicadas al sector del corcho han introducido importantes avances que permiten generar productos más limpios.

En otro orden de cosas, algunas dehesas han comenzado a desarrollar una pequeña industria de transformación de los productos agrícolas, mejorando la rentabilidad del negocio.