Iglesias y monasterios abandonados. Invertir en historia.

El turismo rural puede darse en cualquier rincón de España, lo cual constituye de hecho una de las grandes fortalezas turísticas de nuestro país, pero salta a la vista que determinadas regiones resultan bastante más propicias que otras.

La provincia de Zamora es una de las más interesantes y nos sorprende con edificios históricos en los que probablemente no habías pensado que podrías alojarte.

Las iglesias abandonadas son una realidad en amplias zonas del interior de nuestro país, al igual que otras propiedades singulares rurales cuyos dueños se han olvidado de ellas o, sencillamente, no han tenido herederos interesados en mantenerlas.

Por sus características y orígenes, nos encontramos muchas veces con edificios históricos que cuentan con un valor patrimonial que va más allá de sus posibilidades formales.

Al invertir en una iglesia se está invirtiendo directamente en la historia de la región, lo que supone vincular el futuro negocio que se va a desarrollar con el pasado de ese territorio.

Las iglesias zamoranas cuentan asimismo con una significación artística que, por norma general, suele plasmarse en los estilos románico y gótico. Es posible que la propiedad en cuestión no sea especialmente fiel a ninguna corriente y ello influye, lógicamente, en su valoración. Esto significa que el inversor tiene la posibilidad de cerrar un mejor trato en términos económicos sin que se pierda atractivo de cara a los posibles huéspedes.

Además, una vez efectuadas las reformas preceptivas, el nuevo propietario siempre puede modificar determinados detalles del edificio para mejorar su estética. La sólida estructura original de estas propiedades singulares suele mantenerse sin apenas cambios.

Zamora es una de las provincias con menor densidad de población de España y, con contadas excepciones, su modelo de urbanización sigue siendo el de las pequeñas poblaciones fuertemente vinculadas al sector primario. Sin embargo, esto no es, ni mucho menos, una fotografía fija.

 La relevancia de la producción vitivinícola se hace evidente por momentos y motiva que, por ejemplo, las fincas aledañas a Toro reciban cada vez más visitantes gracias a la pujanza de su Denominación de Origen.

En este sentido, no podemos olvidar que, casualmente, en dicha zona hay una interesante iglesia en venta.