La compra y venta de casas antiguas a rehabilitar

Posibilidades de una casa antigua como negocio turístico

Dinamizar la economía de la zona, rentabilizar las inversiones inmobiliarias o simplemente emprender un nuevo proyecto de negocio.

Existen muchos motivos por los que rehabilitar una casa antigua para que recupere su valor y su utilidad.

Tanto si se trata de trabajos puntuales como si es necesaria una reforma integral, no hay que perder de vista los aspectos legales a la hora de acometer este tipo de obras.

La arquitectura tradicional como valor añadido

Las casas de pueblo pueden ser una estupenda fuente de ingresos si se acondicionan del modo adecuado.

En función de su antigüedad, las características de la arquitectura y la ubicación, es posible que este tipo de inmuebles tengan que cumplir con algunos requisitos estéticos y estructurales durante su reforma.

En cualquier caso, conservar la esencia de estas propiedades y su integración con el entorno es parte de su encanto.

Tanto desde el punto de vista histórico y patrimonial como desde una perspectiva de negocio, interesa mantener los rasgos distintivos de estas fincas.

Cualquier intervención en el inmueble requerirá de la obtención de los perceptivos permisos de obra municipales, e incluso del visado del Colegio de Arquitectos si se trata de trabajos de gran envergadura.

Para reconvertir la vivienda en un alojamiento rural habrá que solicitar además un cambio de clasificación emitido por la consejería de Turismo correspondiente y una licencia de apertura tramitada por el Ayuntamiento.

Un ejemplo de proyecto de rehabilitación en una casa histórica del Pirineo

Esta casa tradicional en venta en la villa de Aínsa dispone de todas las licencias necesarias para su puesta en marcha como alojamiento rural. Un prestigioso despacho de arquitectos de la localidad se ha encargado del proyecto básico para su reconversión en varios apartamentos y su explotación como negocio turístico. La propiedad se ubica en una de las localidades más pintorescas del Pirineo aragonés, a 40 km de la frontera con Francia.

Está dividida en tres plantas, sótano, jardín y varios porches, con cubiertas de madera en la tercera planta y bodega en el sótano.

Las condiciones estructurales del edificio son buenas. No en vano, la casa ha estado habitada hasta hace poco tiempo. El proyecto de reforma ya realizado ha supuesto una redistribución de las estancias para la construcción de 5 apartamentos.

Con algunas mejoras es posible sacarle mayor provecho a la propiedad y a su estupenda localización en la zona de la Plaza Mayor.