Palencia. Sus hoteles con encanto y casas rurales

Una posada tradicional en la 'tierra del hierro'

La provincia de Palencia no suele llenar demasiadas páginas en las guías de viajes y, desde luego, semejante injusticia no hace honor a todo aquello que el viajero encontrará cuando llegue a esta bella tierra castellanoleonesa. La pequeña localidad de Herrera de Valdecañas alberga una casa rural tradicional con un gran potencial comercial.

Herrera de Valdecañas debe su nombre a la considerable densidad de este material en las proximidades de la localidad y, más concretamente en los márgenes del río cuyo nombre completa el topónimo del municipio, Cañas. Una propiedad que fue descubierta ya en el s. XVIII y que supuso un aumento considerable de la población de la aldea al calor de la explotación de este elemento. De este modo, la localidad llegó a contar con cerca de 750 habitantes a comienzos del s. XX. Lamentablemente, el éxodo hacia las grandes ciudades dio inicio a una sangría demográfica que no se ha tenido hasta la actualidad.

Según los datos de 2013, el municipio palentino es habitado por algo menos de 150 personas, lo que no evita que siga contando una economía bastante boyante para el actual contexto nacional. Además de las labores más tradicionales relacionadas con la agricultura y, en menor medida, con la ganadería, la localidad ha sabido impulsar industrias más punteras como la planta de biodiesel o la pequeña central hidráulica (una vez más, el río Cañas presta un gran favor al pueblo). Tan sofisticadas instalaciones se completan con un parque de aerogeneradores, que permite rentabilizar uno de los elementos con mayor presencia tras el agotamiento del hierro, el viento.

La posada en venta  que nos ocupa entronca a la perfección con el ambiente tradicional del pueblo, aportando notables dosis de refinamiento cuando se echa un vistazo a sus espacios interiores. Es de destacar que esta propiedad es utilizada en la actualidad como casa rural y está perfectamente equipada con todo lo necesario para desarrollar un negocio de estas características. La posada cuenta con diez habitaciones a las que cabe sumar una gran suite con jacuzzi propio. En cualquier caso, las posibilidades de la casa no se reducen al alojamiento, pues cuenta con un comedor con capacidad para noventa personas.