Fincas agrícolas y olivares en venta en Sevilla.

Fincas en Sevilla: tipos y posibilidades:  

Agrícolas, ganaderas, de olivar…

La provincia de Sevilla ocupa una posición muy destacada entre los grandes focos del sector agrícola español (algo más del 5% del PIB provincial corresponde a las actividades agropecuarias).

Datos como los de la ocupación laboral, la superficie cultivada total o la inversión en este tipo de activos confirman el buen momento del sector en la región.

Pero, ¿qué tipos de propiedades existen y qué posibilidades ofrece una finca agrícola en Sevilla?

De entrada, conviene apuntar que el sector primario sevillano presenta una notable heterogeneidad.

 Por lo que respecta a la agricultura, la región más poblada de Andalucía es la que presenta un mayor volumen de producción en una larga lista de cultivos, con el arroz y los árboles frutales como principales productos (más del 90% del arroz andaluz procede de esta provincia).

No podemos olvidarnos de la finca olivar aunque en el caso de Sevilla está claramente orientado hacia la aceituna de mesa, artículo del que la provincia es también la principal productora regional.

Las almazaras constituyen otro activo de inversión directamente relacionado con la finca olivar. Ya hemos comentado que la producción de aceite no es el principal uso que se suele dar a la aceituna sevillana pero aun así se sitúa entre los tres mejores datos de toda España, solo por detrás de Córdoba y Jaén.

La almazara da a los propietarios la posibilidad de producir su propio aceite, al tiempo que puede transformar también la producción olivarera de cualquier otra finca agrícola.

El sector agropecuario sevillano se completa con la aportación de las actividades ganaderas. La provincia cuenta con las cabañas caprina, porcina y equina más importantes de Andalucía y también presenta cifras considerables en cuanto a las cabezas de ganado bovino y ovino.

Es de destacar que, más allá de la producción cárnica, la ganadería sevillana destaca igualmente por los productos secundarios, destacando el caso de los huevos y la miel.

En suma, una finca agrícola en Sevilla abre la puerta a participar en múltiples sectores productivos que comparten un denominador común: la calidad.


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