Catalunya y sus propiedades históricas.
Edificios singulares y emblemáticos.
El gótico civil en Catalunya, un arte para las ciudades.
El estilo gótico fue la segunda gran corriente artística con carácter universal que recorrió Europa.
España fue una de sus principales zonas de expansión, con notables muestras arquitectónicas, escultóricas y pictóricas, mayormente de temática religiosa.
El litoral mediterráneo también participó de esta renovación artística pero con una mayor importancia del gótico civil, como sucedió, por ejemplo, en Catalunya.
El arte gótico surgió a mediados del s. XII pero en Catalunya comenzó a definirse a comienzos de la centuria siguiente, coincidiendo con el acceso al trono de Jaime I el Conquistador.
Lógicamente, el gótico catalán incorporó la mayoría de elementos característicos de este estilo, especialmente en el arte mueble (pintura y escultura).
Junto con estos elementos comunes, las ciudades catalanas, porque el gótico fue un arte eminentemente urbano, acogieron una arquitectura más sobria, con gruesos contrafuertes, con ventanas situadas a más altura y con una mayor presencia de las propiedades singulares de índole civil.
El patrimonio histórico que ha dejado el gótico catalán cuenta con numerosos palacios, levantados en su momento por la pujante burguesía de las ciudades comerciales marítimas.
En Barcelona, por ejemplo, el mejor exponente de esta corriente es la Lonja del Mar, similar a las existentes en Valencia o Palma, y que pone las posibilidades técnicas y las características estéticas del gótico al servicio del comercio (otro tanto puede decirse de las Reales Atarazanas, que albergan hoy el Museo Marítimo barcelonés).
También en la Ciudad Condal encontramos edificios históricos únicos en España como el Hospital de la Santa Cruz, sito en el barrio del Raval.
En el resto de provincias catalanas, el gótico civil y privado goza de una mayor presencia en zonas del interior.
El Mas Marroch, a las afueras de la ciudad de Girona, o algunas masías de la Costa Brava, son ejemplos muy destacados de cómo la luminosidad y la mayor versatilidad del gótico sirvieron para que algunas grandes familias locales edificaran propiedades singulares a caballo entre el mar o la sierra y las ciudades.
Por lo que respecta a la provincia de Lleida, observamos muestras del patrimonio histórico gótico civil en forma de majestuosas casas señoriales localizadas en pequeñas poblaciones como Castellserà o Les Pallargues.
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