El interés en la compra venta de cotos de caza en España

El éxito de los cotos de caza en España

La actividad cinegética tiene una larga tradición en España. Pero lo novedoso del sector es el cambio de perfil de cazador que se ha venido desarrollando durante la última década.

Con excepción de la pandemia, que supuso un parón general en todos los sectores, estos últimos años han sido decisivos en la consolidación de los cotos de caza españoles como destino de cazadores internacionales.

La riqueza, la calidad y la seguridad que confieren estos terrenos son algunos de los principales motivos de su éxito.

Ventajas de España como destino de caza

En España existen 44 millones de hectáreas destinadas a la caza y alrededor de 27.000 son cotos privados. Las cifras son un claro reflejo de la importancia que siempre ha tenido esta actividad en la economía de muchas zonas rurales. Cada año los más de 800.000 cazadores registrados en España generan millones de euros.

Pero para entender el alcance actual de esta práctica hay que introducir nuevas variables en la ecuación: las aportaciones del cazador extranjero. Es un perfil de visitante cada vez más común en las fincas cinegéticas del país y se prevé que su presencia siga aumentando.

Las condiciones no podrían ser más favorables para este tipo de cazadores. En España encuentran un destino más seguro y accesible que otros paraísos cinegéticos mundiales como Kenia o Tanzania y, en general cualquier país africano.

Si bien es cierto que existen opciones más exóticas, ninguna presenta una logística tan sencilla como España, tanto en desplazamientos como en hospedaje. Una importante ventaja a la que se le suman otros atractivos únicos como el patrimonio histórico y artístico, la gastronomía y, por supuesto, la riqueza cinegética del país.

Fincas cinegéticas con más éxito del país

La mayoría de la actividad cinegética en España se focaliza en las comunidades de Andalucía y Castilla-La Mancha.

Es precisamente en estas áreas donde se concentran los espacios más populares para la práctica de esta actividad.

La zona de Andújar en Jaén, el Puerto del Toro y Carboneras en Cádiz, Los Robledillos en Toledo o Las Cuevas y El Crespo en Ciudad Real son solo algunos de los nombres más conocidos entre los aficionados a la caza.

Aunque ofrecen una experiencia muy diferente, todas ellas coinciden en lo esencial: el contacto directo con la naturaleza.

Algunas de las actividades que se practican en estos terrenos han alcanzado ya la fama internacional.

Aparte de la montería (caza mayor con perros), que podría considerarse la modalidad de cacería más representativa del país, España también es un referente mundial en el ojeo de la perdiz roja y en otras modalidades de caza menor.

Beneficios de la caza para el sector inmobiliario

Los cazadores extranjeros realizan un desembolso de alrededor de 9.000 euros entre el puesto y los gastos asociados a la logística.

Con cifras así de elevadas es comprensible que alrededor de la cacería se haya generado toda una red de comercio y hostelería con el fin de garantizarles la mejor experiencia posible.

Es aquí donde entra en juego el sector inmobiliario, cada vez más volcado en otro tipo de actividades que generen beneficios más allá de las ciudades y del ámbito urbano.

En este sentido, los cotos y fincas de caza se han convertido en activos muy demandados por aquellos inversores que tienen perspectivas de emprender un negocio rentable en zonas rurales.

Con la ubicación adecuada y las modificaciones pertinentes, estas propiedades se pueden acondicionar perfectamente para acoger a este tipo de turismo tan específico.

Un perfil de viajero con las ideas muy claras con respecto a la actividad que quiere realizar, pero abierto a otras experiencias culturales y gastronómicas durante su estancia.