Girona. Invertir en casas rurales y masías. Ocio y negocio.

Donde el tiempo se detuvo, casas señoriales y masías para rehabilitar en el interior de Girona

La mejor forma de integrarse en cualquier territorio es conocer su pasado y hacerlo nuestro, participando de las tradiciones y costumbres con son consustanciales a una región.

En la provincia de Girona, hablar de la historia es hacerlo de siglos y siglos de valiosísimas aportaciones a cargo de múltiples culturas. De buena parte de esas épocas son testigos los edificios históricos en venta que jalonan la provincia.

Las tipologías de propiedades singulares que pueden encontrarse a lo largo y ancho de Girona son muy variadas, pero hay varias categorías que se repiten con mayor intensidad.

Por un lado, los recintos religiosos como los conventos o monasterios, esto es, espacios expresamente construidos en medio de la naturaleza en busca de la mayor desconexión posible.

Por otro, las masías, la propiedad más emblemática de buena parte de Catalunya y que en Girona adquieren un matiz montañés que las dota de un encanto especial. En cualquiera de los casos, se trata de inversiones inmobiliarias para aprovechar el turismo rural.

Dividiendo ambas categorías en función de su ubicación más habitual (cerca o dentro de núcleos urbanos o totalmente alejados de cualquier población), comentaremos en primer lugar las ventajas del primer escenario.

 En Girona abundan los pueblos pintorescos en cuyos alrededores pueden encontrarse edificios históricos que, con la debida labor de rehabilitación, pueden recuperar con facilidad la gloria de antaño.

Estos recintos ofrecen a los huéspedes la posibilidad de pasar una estancia poco convencional, con una decoración propia de otro tiempo y un ambiente general que invita a la relajación.

Todo ello con los servicios básicos que pueden encontrarse en una población.

En caso de optar por las propiedades singulares situadas en entornos naturales, los alicientes para los visitantes cambian ligeramente.

En esa ocasión, la ausencia de aglomeraciones, la proximidad de rutas senderistas o por parajes de especial belleza y la posibilidad de visitar in situ explotaciones agrícolas (actividad cada vez más demandada) son las cartas de presentación. En cuanto al mercado potencial, basta apuntar que los establecimientos directamente relacionados con el turismo rural en Girona rozaron el lleno absoluto en las temporadas altas de 2015 y 2016.

Por lo que atañe a las características de los inmuebles disponibles, las propiedades singulares gerundenses más longevas suelen oscilar entre los estilos románico y gótico, con influencia también de corrientes modernas como la renacentista.

 Aquí hay que distinguir los activos de tipo histórico/religioso, de procedencia generalmente medieval, y las masías, bastante más recientes, aunque con algún que otro siglo de actividad. Por supuesto, también es posible adquirir directamente inmuebles que no precisan reforma alguna o incluso referencias que ya han sido habilitadas para fines turísticos.

 Entre la Costa Brava y los Pirineos, las propuestas interesantes se multiplican.