La inversión en residencias de la tercera edad.

Centros geriátricos en áreas metropolitanas, una inversión de presente y futuro.

A finales de 2018, el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó un exhaustivo estudio en el que recogía distintas proyecciones demográficas sobre la población española.

Uno de los principales titulares del informe era que, en apenas quince años, el porcentaje de personas mayores de 65 años sobre el conjunto total de la población superaría el 25%.

Buena parte de este colectivo residirá en las áreas metropolitanas de las grandes ciudades, motivo por el cual se hará necesario aumentar significativamente el número de plazas disponibles en los centros geriátricos.

Los inversores pueden aprovechar esta coyuntura demográfica para invertir en una propiedad que permita su uso como edificio dotacional o con equipamientos sanitarios para atender la ingente demanda de servicios asistenciales para la tercera edad. Por poner cifras concretas, hablamos de algo más de 12 millones de personas jubiladas (suponiendo que se mantenga la actual edad de jubilación).

El grueso de los potenciales usuarios de los centros geriátricos se encuentra en torno a Madrid y Barcelona. En el caso de la capital española y sus alrededores, se espera que en 2033 haya unos 1,7 millones de habitantes por encima de los 65 años.

Barcelona, por su parte, ya cuenta con más del 20% de población anciana en su área metropolitana.

Los datos anteriores convierten a ciudades medias y pequeñas como Pozuelo de Alarcón, Alcorcón, Sant Cugat del Vallès o Cerdanyola del Vallès en excelentes emplazamientos para invertir en un edificio dotacional.

En todos los casos, hablamos de localidades que disfrutan de excelentes conexiones con las capitales y que ofrecen una variada relación de servicios, caracterizándose, generalmente, por su alta calidad. La disponibilidad de grandes propiedades en estas regiones es otro aliciente para los inversores.

Evidentemente, hablamos de inversiones importantes, por la alta calidad de vida en las ciudades comentadas y otras similares y la siempre costosa adquisición de los equipamientos sanitarios que precisa cualquier negocio geriátrico.

No obstante, la fuerte demanda que ya se está registrando y las perspectivas demográficas que hemos apuntado avalan la rentabilidad de la inversión. Además, el propietario posiblemente pueda escoger entre la gestión privada o la firma de algún convenio con las Administraciones Públicas.