Propiedades históricas en venta en Girona.

Las posibilidades de una finca singular con mucha historia en Girona

Hace algunos años, los numerosos activos patrimoniales de Girona adquirieron un inusitado atractivo para los viajeros de todo el mundo a raíz de la filmación de varias secuencias de la saga de Juego de Tronos.

 Pero no hay por qué quedarse en la capital. El interior de la provincia catalana alberga auténticos tesoros arquitectónicos disponibles para invertir, como el presente palacio en venta.

El edificio singular que nos ocupa se encuentra a las afueras de Salt, un municipio muy próximo a la capital provincial.

 Se trata de un recinto de gran valor histórico que hunde sus raíces en el s. XIV, del cual data la más antigua de las fachadas del inmueble.

 No obstante, el conjunto arquitectónico dispone de elementos aún más antiguos.

El recio portón de madera de la fachada principal procede del s. XI, habiéndose trasladado desde otro palacio perteneciente a la misma familia.

Estas singularidades constructivas avalaron la inclusión de la propiedad en el Registro General de Bienes de Interés Cultural de la Generalitat de Catalunya.

Al coronar una finca de más de 32 hectáreas de extensión, el palacio en venta se presta a múltiples modelos de explotación económica. La belleza y el atractivo histórico del entorno, así como las generosas dimensiones del recinto (2.400 m2 en el edificio principal y otros 2.500 m2 en el resto de construcciones complementarias), lo convierten en un alojamiento con mucho encanto y gran capacidad.

El edificio singular se encuentra en perfecto estado de conservación y goza, como hemos visto, de protección oficial (estando exento del pago del IBI). La mayor parte del inmueble fue ampliamente remodelada en el s. XIX, siendo igualmente rehabilitado en la década de 1980.

Su ubicación junto a la ciudad de Girona avala también su uso como espacio para eventos, incluyendo bodas, convenciones, jornadas empresariales y cualquier otro acto social.

En este sentido, la propiedad, que se encuentra a las afueras de Salt, goza de excelentes conexiones, como la estación local del AVE y el aeropuerto de Girona.

Los huéspedes de un hipotético hotel disfrutarán, asimismo, de numerosos servicios de ocio y restauración en los alrededores. Y la playa queda a escasos 30 minutos en coche.