Fincas de caza en Extremadura

La caza es una práctica ancestral que en la Península Ibérica se ha llevado a cabo de manera continuada desde la llegada de los primeros pobladores paleolíticos.

Evidentemente, la disciplina ha ido avanzando técnica y logísticamente y en la actualidad suele llevarse a cabo en cotos de caza privados como los que Extremadura posee en gran número.

Extremadura cuenta con una gran relación de fincas para la práctica de la caza porque confluyen diferentes razones de peso.

En primer lugar, se trata de una región con una densidad de población bastante baja, lo que deja espacio más que suficiente para que existan cotos de gran tamaño tanto en Cáceres como en Badajoz.

Segundo, la práctica de la caza está muy arraigada en esta autonomía, que ya a mediados del s. XX poseía una merecida fama en este sentido. Tercero, vinculados o no a asociaciones de cazadores, los cotos forman parte del paisaje extremeño.

Pero no hay que quedarse solamente con la caza como disciplina lúdica, puesto que esta ha tenido una notable influencia en la cultura extremeña en general. Además de condicionar el paisaje y contribuir a la preservación de amplias zonas verdes, la caza está detrás de algunas particularidades gastronómicas especialmente célebres.

Las carnes de jabalí o venado tienen una gran fama y son el resultado de las actividades cinegéticas, en tanto los cazadores son los primeros interesados en garantizar la sostenibilidad de las especies.

No en vano, la caza permite controlar determinados excesos de población animal para que los pastos, cultivos y dehesas no resulten dañados.

Todo ello tiene también su traslación al ámbito económico. De acuerdo con los datos del Consejo General de Caza de Extremadura, esta actividad tuvo un impacto positivo de 400 millones de euros en la economía regional durante la temporada 2014/2015.

Esto pone en valor la importancia de la caza para revitalizar zonas escasamente pobladas con la organización de eventos que atraen a cazadores de toda España.

La inversión en fincas para su explotación como cotos de caza es una opción muy interesante a la que se puede añadir la construcción de alojamientos para los cazadores.