Conventos y monasterios abandonados, Oportunidades de inversión

La exclusividad de un edificio histórico, finca emblemática o aldea abandonada atrae nuevas iniciativas de negocio.

Recurrentemente, aparecen noticias en los medios de comunicación alertando del mal estado de conservación de una propiedad histórica abandonada o cuya titularidad está en litigio.

Esto abre la puerta a que inversores particulares o fondos de inversión valoren adquirir inmuebles con un valor patrimonial notable, como sucede con los conventos y monasterios abandonados.

¿Qué interés presentan estas propiedades para los inversores?

En primer lugar, no existe mejor manera de vincular una actividad económica con la historia o el pasado de una región que sirviéndose de un edifico histórico para desarrollar dicha actividad.

Durante muchos siglos, los recintos religiosos fueron los primeros abanderados de los diferentes estilos artísticos que posteriormente se popularizarían en otros ámbitos, sobre todo en la Edad Media. El ejemplo más evidente de esto fue el Arte Románico, surgido en y para los edificios de carácter religioso. Un convento o monasterio que siga dicho patrón cuenta con un valor agregado muy notable.

Segundo, las características de estas dos clases de propiedades encajan a la perfección con lo que se precisa para albergar un establecimiento hostelero o un alojamiento rural. Gruesos muros, amplias, numerosas y variadas estancias, patios centrales o aledaños y un marco natural excepcional convierten a conventos y monasterios en atractivos hoteles de interior.

A todo lo anterior cabe añadir la tranquilidad imperante en el ambiente, lo que es garantía de un descanso reparador y de toda la intimidad que se desee en grupo o pareja.

Aquí el inversor siempre puede jugar con estancias o suites de distintas características dentro de un mismo recinto.

Tercero, las conexiones con núcleos habitados de distinto tamaño también han mejorado mucho en los últimos tiempos.

Fruto de los planes de revitalización de áreas rurales y de las propias iniciativas público-privadas para atraer más inversiones a estas zonas, muchos caminos han sido actualizados y permiten el paso de vehículos hasta la entrada de los edificios históricos.

Por último, las administraciones también ponen bastantes facilidades para acometer rehabilitaciones en los edificios, toda vez que se conserve la esencia de los mismos (lo cual es también el propósito del inversor). En algunos casos hay incluso ayudas económicas para tal fin.

Según Robert Menetray Doval, fundador de Lançois Doval, consultora de comunicación y marketing inmobiliario, especializada en la compra y venta de propiedades singulares, empresas y activos inmobiliarios de prestigio “Cada vez es más importante para grupos hoteleros o de inversión inmobiliaria, la localización de ubicaciones únicas donde desarrollar nuevas iniciativas de negocio, y por ello nos encargan acciones específicas de comunicación y marketing que les permitan disponer de información sobre posibles propiedades históricas o emblemáticas en venta, como por ejemplo las dos últimas propiedades adquiridas por parte de un inversor nacional que han sido localizadas gracias a nuestros servicios”

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