Comprar un hotel con encanto junto a los Picos de Europa.

Las instalaciones de un alojamiento o la calidad de los servicios dispensados en el mismo son dos elementos que, indiscutiblemente, explican el éxito o el fracaso de un negocio turístico.

No obstante, pocas cosas resultan tan decisivas en el turismo rural como la elección de un buen emplazamiento como los Picos de Europa.

El Parque Nacional de los Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica en general ofrecen un marco excepcional para explotar una casa rural o un hotel con encanto. Centrándonos exclusivamente en los alicientes naturales y paisajísticos (los patrimoniales darían para otra aproximación específica), los valles son algunas de las zonas más populares del parque.

El Valle de Valdeón es uno de los parajes más bellos en el corazón de los Picos de Europa (en la comarca de la Montaña de Riaño), siendo reconocido por los visitantes como uno de los puntos que ofrecen mejores estampas del parque.

Algo más accidentado resulta el Valle de Sajambre, que se presta a la realización de exigentes rutas a caballo entre el senderismo y el alpinismo así como distintos itinerarios específicos para recorrer en bicicleta de montaña. En realidad, este espacio comparte protagonismo con el limítrofe y célebre Desfiladero de los Beyos. También en el Macizo Occidental del parque pero en su extremo noroeste se encuentran los conocidos lagos de Covadonga, una zona casi mágica y de difícil acceso.

Evidentemente, la elección de la ubicación de cara a la apertura de una casa rural deberá ponderar qué activos naturales considera más valiosos tener cerca.

Lo que el inversor tiene asegurado es un notable catálogo de propiedades en distintos puntos de parque así como en las zonas de los alrededores, que cuentan con la ventaja de ofrecer mayor libertad en lo que a las reformas y ampliaciones se refiere.

El Macizo Central es, quizá, el menos recomendable por alcanzar mayores alturas y presentar una superficie muy irregular pero el Macizo Oriental destaca por una topografía mucho más amable.

En este punto, por ejemplo, un hipotético hotel con encanto tiene como principal reclamo la cercanía del Real Sitio de Covadonga (no confundir con los lagos), de fuerte carga histórico-simbólica.