Invertir en propiedades y casas rústicas singulares y el turismo rural
El turismo rural: un sector en auge ideal para invertir.
Las casas y hoteles rurales se han convertido en inversiones muy rentables, porque el interés de turistas nacionales y extranjeros por alojarse en este tipo de establecimientos no ha parado de crecer en los últimos años.
Más allá de las construcciones clásicas, las propiedades rurales singulares destacan cada vez más en el competitivo mercado del turismo rural.
Son aquellas que ofrecen algo diferente al visitante, como la posibilidad de alojarse en un antiguo convento, palacio o antiguo molino rehabilitado.
Un entorno único que hace que la experiencia sea inolvidable.
El auge del turismo rural
En 2023, un 45 % de los españoles realizaron turismo rural.
Esto ha convertido a esta actividad turística en un importante motor económico para regiones que se están viendo especialmente afectadas por la despoblación, como ocurre con Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, entre otras.
El perfil del turista rural se ha ampliado.
En la actualidad, incluye desde jóvenes que buscan hacer una escapada con amigos a jubilados que buscan salir unos días de su rutina, pasando por familias con niños.
Una de las particularidades de este turismo es que no es tan estacional como el de playa.
Las casas y hoteles rurales cuelgan el cartel de “no hay vacantes” en puentes a lo largo de todo el año, durante la Semana Santa, en verano, y hasta en Navidad.
Si la experiencia es buena, los huéspedes no dudan en reservar de un año para otro su próxima estancia. Por tanto, se trata de una oportunidad de negocio a tener en cuenta.
El interés en las propiedades singulares
El turista rural se está sofisticando, ya no solo busca disfrutar de la tranquilidad en un espacio rodeado de naturaleza, también necesita comodidades y, a ser posible, que el lugar de alojamiento tenga algo que lo haga destacar.
Precisamente por ello, las propiedades singulares tienen cada vez más demanda. Antiguas casonas, palacios, monasterios, molinos y hasta faros restaurados ofrecen una experiencia de alojamiento única, tanto por su valor histórico y arquitectónico como porque en estos lugares se crea un ambiente exclusivo y auténtico.
El turista quiere descansar, pero también quiere hacer de su escapada algo memorable y culturalmente enriquecedor, y esto es más fácil de conseguir si el alojamiento se hace en un edificio emblemático y singular.
Una buena oportunidad de negocio
Para los dueños de propiedades singulares, poner estas en el mercado de alquiler o a la venta, para que empresarios del sector de la hostelería las conviertan en alojamientos rurales de lujo es una gran oportunidad de negocio, ya que se obtiene rentabilidad, a la vez que se asegura la conservación del patrimonio y se permite que este vuelva a la “vida”.
En el caso de los emprendedores dedicados al sector de la hostelería, ubicar su negocio de turismo rural en una propiedad singular es un gran acierto. Si la belleza del edificio y del entorno se combinan con un servicio exquisito, el éxito está asegurado.
Las casas y hoteles rurales son alojamientos cada vez más apreciados por los turistas, y es buen momento para aprovechar esta oportunidad.
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