Masías y casas señoriales en Tarragona y Costa Dorada

Las masías en Tarragona, el portal de la Costa Dorada

La masía es la propiedad que mejor representa los valores tradicionales del interior catalán, muy especialmente en las provincias de Barcelona y Gerona. Sin embargo, Tarragona no es ningún oasis ajeno al desarrollo de estas propiedades.

Es más, desarrolla un tipo particular de masía con el gran aliciente de su proximidad a la costa.

La historia de las masías nos remonta a la Alta Edad Media, cuando en el sureste francés, en la región de la Provenza, comenzaron a levantarse grandes viviendas en zonas relativamente montañosas. El comportamiento se trasladó a la Península Ibérica por dos vías, la extensión del dominio carolingio a la llamada Marca Hispánica y la propia evolución de las casas señoriales de la mitad este peninsular.

A medida que el avance cristiano logró alcanzar el Ebro, las fincas de Tarragona también comenzaron a llenarse de estas construcciones, aunque sin alcanzar el grado de difusión de la Cataluña norte.

Lo que el inversor se encuentra en la actualidad son propiedades de recreo situadas en un término medio entre las zonas montañosas que limitan con Teruel, Zaragoza y Lleida y el excepcional litoral de la Costa Dorada. Las características de estas casonas resultan especialmente atractivas para según qué clases de viajeros.

Los visitantes que deseen compaginar las estancias en las playas o en las zonas más animadas de Tarragona, pero a su vez quieran disponer de un apacible refugio para desconectar, difícilmente localizarán un alojamiento mejor. Para contar con más alicientes, la proximidad de las fincas a un núcleo de pequeño tamaño redondearía la propuesta turística.

Atendiendo al tipo de turismo que se concentra en la Costa Dorada, las posibilidades para el inversor van todavía más allá. Las masías cuentan con el tamaño suficiente como para habilitar distintas habitaciones para diferentes huéspedes, alojando a grupos de visitantes o a familias.

Sin embargo, también se pueden arrendar a un único visitante que quiera disponer de un hogar de auténtico lujo de manera temporal, aprovechando la demanda de inmuebles exclusivos que se aprecia en Tarragona. Aquí cobra especial relevancia el turismo extranjero, con una capacidad adquisitiva elevada y con predisposición a repetir en el destino vacacional.