Rehabilitar un castillo en el valle del Duero

El valle del Duero es una extensa región que parte en dos la comunidad autónoma de Castilla y León y cuenta con una de las cuencas hidrográficas más importantes de España.

Sin embargo, su importancia en términos históricos ha ido mucho más allá de sus recursos naturales y las necesidades de irrigación.

A comienzos del s. X, los reinos cristianos del norte peninsular, particularmente el Reino de León, habían consolidado sus estructuras administrativas y estaban en condiciones de dar un considerable impulso a la conquista de las tierras de Al-Ándalus. En el año 939, Ramiro II de León vio un conato de división en la siempre convulsa corte musulmana y se apresuró a lanzar un contundente ataque.

En la batalla de Simancas de aquel año, leoneses, castellanos y pamploneses consiguieron una decisiva victoria, que permitió por fin desplazar a los musulmanes hacia el sur del Duero. Se había asegurado una de las primeras grandes fronteras de la Reconquista.

La consecuencia lógica de este avance, común a todos los que se dieron durante los siglos X y XIV, fue la necesidad de levantar una estructura defensiva que permitiera proteger los territorios conquistados.

El castillo sería un elemento clave porque supondría al mismo tiempo una célula administrativa para un conjunto de fincas y poblaciones y, por otro lado, desempeñaría una función militar innegable.

Los castillos en el valle del Duero, menos numerosos que los de zonas más meridionales, como el centro de Castilla La Mancha o el norte de Alicante, son hoy propiedades singulares muy atractivas.

Los inversores disponen de distintas opciones para sacarle el máximo rendimiento a estas fortalezas (a las que no son de titularidad pública, se entiende). Existe una cantidad limitada de castillos disponibles para su compra y ello los convierte en una oportunidad inmejorable.

La estructura de esta propiedad singular no podría ser más idónea para el desarrollo de una actividad hostelera u hotelera, al tiempo que su ubicación abre de par en par las puertas del turismo rural más genuino.

Dependiendo de la catalogación de la propiedad podrán realizarse rehabilitaciones más o menos amplias pero, en cualquier caso, su acondicionamiento se rentabilizará con rapidez.