Toledo y sus cigarrales, una relación con mucha historia.

Prácticamente todas las regiones de España cuentan con alguna propiedad singular especialmente simbólica por su arraigo en la zona o por su antigüedad. En el caso de Toledo, este papel recae en el cigarral, una finca rústica tradicionalmente vinculada a las grandes familias señoriales del centro peninsular. Y como muestra de ello, el presente cigarral en venta.

Esta propiedad singular se encuentra dentro del término municipal de Toledo aunque fuera del núcleo urbano, como corresponde a esta tipología de inmuebles. De reciente construcción (1972), la casa incorpora todas las características que suelen exhibir los cigarrales más antiguos.

Recordemos que estas casas señoriales se utilizaban preferentemente como segundas residencias, a las que los nobles castellanos acudían a pasar los meses de verano. Precisamente, una de las teorías más extendidas sobre el origen del término "cigarral" hace referencia a la presencia de cigarras en los márgenes del Tajo, cuyo característico sonido acompañaba las jornadas estivales.

Curiosidades al margen, los cigarrales han experimentado distintos cambios a lo largo de los siglos.

Su primer uso, como ya hemos visto, fue como fincas de recreo. No obstante, con la difusión del cultivo de frutales y otros tipos de plantaciones en la Meseta Sur, muchas de estas propiedades se reconvirtieron como fincas agrícolas, cumpliendo el edificio central funciones de mantenimiento y administración del negocio.

A finales del s. XIX y comienzos del s. XX, su papel en la explotación agraria volvió a decaer, recuperando su utilidad originaria como residencia vacacional por parte de la emergente burguesía, que en muchos casos llegaba directamente desde Madrid.

El cigarral en venta que nos ocupa dista escasos 2,5 km del centro de Toledo, disfrutando de excelentes conexiones con la ciudad (hasta el punto de que esta puede alcanzarse perfectamente a pie).

La finca cuenta con casi 12 hectáreas de extensión, albergando cerca de 600 olivos y una masa forestal compuesta por encinas, cipreses y pinos.

Claro que el espacio exterior más llamativo es la pista de tenis, ideal como complemento para un negocio hotelero. En cuanto a las dotaciones de la casa señorial, esta dispone de más de 650 m2 construidos con seis dormitorios completos.